Agregar limón al té es una costumbre muy extendida, pero ¿realmente se obtienen sus beneficios? La respuesta está en la temperatura y la vitamina c.
La vitamina C es un nutriente antioxidante que refuerza al sistema inmune, favoreciendo la actividad de linfocitos.
Pero este nutriente es sensible al calor, y temperaturas superiores a 70-80°C pueden degradarla significativamente. Si añadís gotas de limón a una infusión, su contenido de vitamina C se reducirá notablemente.

¿Cómo aprovechar mejor el limón en el té?
Para conservar sus beneficios, lo ideal es:
- Esperar a que el té se entibie antes de agregar el limón.
- O consumir fuentes de vitamina C en otro contexto, como por ejemplo: tomar un jugo recién exprimido o consumir frutas frescas.
Si bien el limón aporta sabor y compuestos antioxidantes, si tu objetivo es la vitamina C, la clave está en la temperatura.